El Programa de Posgrado en Estudios de Género centra su atención en los fundamentos epistemológicos, teóricos e históricos de la crítica académica a los procesos socioculturales mediante los que se constituye, representa y transforma la diferencia sexual. Subraya la importancia de aplicar la perspectiva de género, desde un enfoque interdisciplinar, en la investigación e intervención para identificar y subvertir las desigualdades sociales, las brechas de desarrollo y las asimetrías en la generación de conocimiento científico y saberes humanísticos; también fomenta el reconocimiento de las formas de creación de alternativas sociales, culturales y políticas que acompañan la diferenciación entre los sexos.
Para lograr estos objetivos, los planes de estudio de la Especialización, la Maestría y el Doctorado del Programa de Posgrado en Estudios de Género abarcan cuatro campos del conocimiento con sus respectivas líneas de investigación, en torno a los cuales se orientarán las actividades académicas: Estudios teóricos y metodológicos en género y feminismos; Identidades, cuerpos y sexualidades; Género y políticas públicas; y Género, ciencia y tecnología.
Si bien estos campos fueron pensados de manera autónoma, su operación es dialógica en concordancia con el carácter interdisciplinario de los estudios de género y los estudios feministas en general, y con la propuesta académica de este Programa en particular.
Examina, a la luz de la categoría de género, la constitución de las relaciones asimétricas de poder entre mujeres y hombres, y problematiza la construcción social de las concepciones y normas de género en la cultura y el conocimiento.
Reflexiona sobre el género y la sexualidad como dimensiones que atraviesan la experiencia humana; analiza el ordenamiento de género y la heterosexualidad obligatoria como principios organizadores de las identidades y como mecanismos de poder fundamentales en la producción y reproducción del sistema sexo/género.
Se centra en la acción sobre las esferas institucionales, que acontece entre gobiernos, sociedad civil e individuos. Se toman en cuenta las interacciones de género, tanto frente al orden institucional y al marco jurídico que lo conforma, como dentro de los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil.
Permite hacer una crítica ética y epistemológica al androcentrismo con el que se ha construido la ciencia moderna y promueve el estudio del papel que, históricamente, han desempeñado las mujeres y los sujetos feminizados en el desarrollo de la ciencia y la tecnología a través de una perspectiva transversal de género.